Algunos conoceréis el significado de "TFM", otros, no. "TFM" significa Trabajo Fin de Máster. Es la última asignatura que tuve que aprobar para terminar el Máster. Lo que tenía que hacer era redactar un artículo sobre algún tema relacionado con la Psicología. Por suerte o por desgracia, ignoraba lo que costaba hacer una trabajo de estas características, porque en la Licenciatura no existía, así que, "me tiré a la piscina", de cabeza, y sin saber cuánta profundidad había. ¿A qué me refiero? A que escogí hacer una investigación sobre los efectos de un programa, que yo misma elaboré, en un grupo de personas (más complicado no lo pude hacer).
En concreto, el programa fue sobre Mindfulness (también llamado Atención Plena) en cuidadores informales (familiares) de personas con demencia. Escogí ese tipo de intervención porque me lo enseñaron durante el Máster, y me llamó mucho la atención. Yo estudié la Licenciatura en la Universidad Autónoma de Madrid, donde se centran principalmente en Terapia Cognitivo-Conductual, y Mindfulness me pareció distinto, sencillo... y quise profundizar.
En cuanto al tipo de población, la escogí porque me parece importante. La población, cada vez, está más envejecida, y eso hace que haya más personas que tengan que convertirse en cuidadores. Y los cuidadores informales, en la mayoría de los casos, no están preparados para abordar la situación a la que hacen frente, más aún, si su familiar es enfermo de Alzheimer. Este tipo de cuidadores suelen tener mucha sintomatología física y psicológica (ansiedad, depresión, sobrecarga...), y por ello, hay que ayudarles.
Para poder acceder a la muestra (al grupo de cuidadores), me puse en contacto con varias asociaciones. Finalmente, colaboré con una asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de un municipio de la Comunidad de Madrid (os dejo el enlace de la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer de la Comunidad de Madrid al final de la entrada).
La investigación consistió en comparar los dos grupos que iban a la asociación: uno recibía intervención de Mindfulness conmigo, y el otro, recibía intervención variada con la psicóloga de la Asociación. Hice dos evaluaciones, para comparar el antes y el después de la intervención de cada grupo. El programa de Mindfulness consistió en 6 sesiones teóricas y prácticas.
Finalmente, los resultados no fueron como yo esperaba: que las diferencias entre ambos grupos de cuidadores fueran claras y significativas en la mayoría de las variables evaluadas (por ejemplo, ver qué grupo mejoraba más en depresión tras la intervención); y que el programa de Mindfulness que hice fuera buenísimo y todo el grupo mejorara en todo (¿para qué nos vamos a engañar? era lo que quería que pasara). No. Esto no ocurrió. ¿Por qué? Por las muchas limitaciones del trabajo. Cuando nos enfrentemos a un TFM o TFG, no debemos olvidar que nuestras investigaciones no son iguales que las que suelen publicar las revistas científicas: no nos financia nadie, no trabajamos con personas que no han recibido nunca otra intervención, ni con grupos grandes de personas, ni nuestros recursos son los mejores. Tengamos esto en cuenta y no desesperemos. Puede parecer que los resultados no han salido bien, como en mi caso, pero seguro que sí hemos conseguido algún objetivo. Por ejemplo, en mi investigación, sí había mejoras en el grupo de las personas a las que impartí mi programa, pero a nivel individual. Hubo personas que sí mejoraron significativamente, sólo con 6 sesiones. Eso, merece la pena.
Yo hice el TFM para poder terminar mis estudios, pero conseguí mucho más que eso: me sentí útil, me sentí realizada, sentí que todo el esfuerzo y años que había dedicado a esta profesión habían valido la pena. Siempre recordaré el camino de vuelta a casa de la última sesión del taller. Lo bien que me sentí, lo contenta que estaba, lo satisfecha, lo orgullosa de mi trabajo que me sentía. Me volví a casa sintiendo el agradecimiento de las personas con las que había trabajado.
A veces, parece que las metas son muy difíciles de lograr. Se intentan, y parece que no se consigue nada. Pero siempre se consigue algo. Aunque parezca que no avanzamos, vamos dando pasos, pasos más o menos grandes, pero que nos acercan más a lo que buscamos. Aprendamos a tener paciencia, y vivamos ese camino con Atención Plena, para poder experimentarlo al máximo. Saquémosle todo el jugo a la vida.
Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer de la Comunidad de Madrid:
Si os interesa profundizar en Mindfulness y practicar:
- Un libro sencillo y muy práctico: Teasdale, J., Williams, M., & Segal, Z. (2015). El camino del mindfulness: un plan de 8 semanas para liberarse de la depresión y el estrés emocional (Paidós.). Barcelona.
- Los ejercicios prácticos que utilicé los podéis encontrar aquí:
En las siguientes entradas, hablaré más de Mindfulness.