jueves, 13 de diciembre de 2018

¿QUÉ ES UNA RELACIÓN SANA?


Todos podemos pasar, a lo largo de toda nuestra vida, por una relación que nos genera malestar, dolor, incomodidad... pero que, aún así, seguimos manteniendo. Generalmente, no nos damos cuenta de la importancia que tienen esos signos de que algo no va bien, y seguimos adelante. A veces, el problema no va a más, pero otras, el problema crece, como en los casos de violencia de género. Por eso, es importante reflexionar y conocer qué es lo que facilita que la relación entre dos personas sea positiva en todos los sentidos.

En primer lugar, hay que explicar una cosa: una relación es positiva cuando:
  • Existe equilibrio de poder: es decir, cuando los dos toman decisiones (tanto de la relación, como individualmente), ninguno lleva "la voz cantante" siempre.
  • Hay respeto mutuo: ninguno infravalora al otro o a sus opiniones, no se interpone en la vida del otro. Es decir, cada uno puede tener su vida independiente, y el otro lo respeta y lo acepta, y no supone problema en la relación.
  • El cuidado es mutuo: ambos ofrecen al otro lo que necesita, se dan apoyo, se tratan con cariño...
  • Cuando hay buena comunicación: se habla de las emociones, se negocia cosas en las que no están de acuerdo, se habla con libertad y se dice lo que se piensa con respeto, se puede hablar de cualquier cosa, se escucha al otro y se hace intento de ponerse en su lugar...
  • Se comparten momentos de ocio juntos: ayuda a mantener un buen estado de la relación, mejora la conexión, la intimidad, la unión...
En cambio, hay otro tipo de parejas en las que la relación se convierte en la vida de esas personas, la relación lo es todo. Hacen todo con el otro, o todo depende la opinión del otro. Existe una dependencia de la relación, de estar con el otro, hasta tal punto que aparecen celos, inseguridades, miedo al abandono... Y por ello, se puede empezar a controlar al otro (qué hace, dónde está con quién..), cualquier comportamiento se puede interpretar como una falta de amor o una prueba de infidelidad, se dejan de hacer cosas o ver a personas porque el otro no está de acuerdo y no queremos generar un conflicto... Es decir, se rompe el equilibrio y aparecen situaciones de poder, donde uno controla y decide en la vida del otro, y el otro, acata para seguir con la relación. Puede, incluso, que aquel sobre el que se ejerce el control llegue a justificar los malos comportamientos del otro, pensando que es porque está enamorado (por ejemplo, cuando no quiere que salga con una falda corta, "porque tiene celos y eso es que me ama"). Estas relaciones son complejas, puesto que lo mismo que las ahoga, es lo que las mantiene unidas, es decir: como uno controla al otro, y el segundo termina dejando de tratar con amistades, familiares, puede abandonar aficiones, trabajo, etc, para agradarle, llega un punto en el que lo único que tiene, es la relación, y dejarlo supondría perderlo todo en la vida, aunque, realmente, sólo tenga una relación dañina.





En estos tipos de parejas, se rompe el equilibrio, la comunicación, el cuidado, el respeto... No se expresan emociones ni hay empatía. Todo esto genera situaciones de conflicto continuas que pueden acabar en agresiones físicas o psicológicas. Lo importante es saber reconocer estas situaciones para no dejar que nos atrapen.

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