viernes, 19 de mayo de 2017

DIFERENCIAS


En una entrada anterior ( pincha aquí para ver la entrada ), ya explicamos lo que son los prejuicios: creemos saber cómo es una persona a partir de una única característica suya. Lo etiquetamos, y nos comportamos hacia él/ella de forma distinta a partir de esas ideas sin fundamento. 

El problema es que no solemos juzgar a los demás de forma positiva, sino negativa. Si alguien es distinto, tendemos a pensar que aquello que lo diferencia, sus características, son peores. Tendemos a apreciar/disfrutar/acercarnos a aquello que nos parece semejante a nosotros, porque creemos conocerlo, nos da confianza, nos da seguridad. Pero aquello que no conocemos... nos genera incertidumbre. Y a nadie le gusta la incertidumbre. Todos queremos saber qué es lo que va a pasar, porque nos hace sentirnos seguros, tener sensación de "control", porque sabemos cómo tenemos que actuar. Pero cuando algo es desconocido, perdemos esa sensación de control. Por ese motivo, tendemos a alejarnos/rechazar/despreciar lo que es diferente. Y ese rechazo, el desprecio a los demás, nunca trae cosas buenas, ni para aquellos que son despreciados, ni para los que desprecian.

Ejemplo de esto es el corto que os dejo aquí debajo.



Moraleja: no juzgues a nadie por sus apariencias, y mucho menos, busques su perjuicio, porque, en realidad, tú mismo te estarás generando daño (por el desprecio que te devuelva la otra persona, o por perder la oportunidad de enriquecer tu vida al acercarte a esa persona).

lunes, 8 de mayo de 2017

NO TE RINDAS


Todos pasamos por momentos difíciles en algún punto de nuestra vida (problemas en el trabajo o con los estudios, problemas familiares, fallecimientos de seres queridos...), y por muy preparados que estemos para afrontarlos, a veces, nos quedamos paralizados. Por el miedo, por el dolor, por la desesperanza... A veces, cuesta hasta aceptar lo que nos ha pasado, aceptar el dolor que tenemos dentro. Y eso, nos frustra, hace que nos duela más todavía. Otras veces, sufrimos por no aceptarnos a nosotros mismos, porque hay algo en nosotros que no es lo "suficientemente bueno". O porque sentimos que vivimos en un mundo aleatorio, en el que en cualquier momento puede pasarnos algo malo, y que nosotros no tendremos control sobre ello...

¡Hay tanto dolor! ¡Tanto por lo que sufrir! Pero no nos damos cuenta de una cosa: no existe vida sin sufrimiento. No hay nadie que no haya sufrido nunca, ni lo habrá. Pero no todo es negro. Hay muchas razones que hacen que la vida sea hermosa. Y en esos momentos de dolor, cuando esto se nos olvida, nos puede ayudar leer un poema muy motivador...

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
– Mario Benedetti

Este poema nos recuerda que siempre sigue habiendo razones. Eso de "si hay vida, hay esperanza". Si sigues adelante, sigues teniendo oportunidades. Pero, además, nos dice cómo hacerlo: aceptarnos a nosotros mismos, olvidarnos de nuestros miedos, quitarnos aquello que no nos deja avanzar... y volar
Nos enseña cómo es la vida. No es sencilla. Nuestros sueños no van a cumplirse solos. Y vamos a ser nosotros los que busquemos solución a los problemas que nos surjan. Y que tendremos que afrontarlos aunque cueste, porque si estamos vivos, todavía tenemos fuerza dentro de nosotros, todavía podremos enfrentar lo que nos llegue. 
Nos recuerda que aunque no podamos controlar todo lo que nos ocurre, sí tenemos opción de cambiar muchas cosas en nuestra vida. Sólo hace falta desear.
Nos recuerda, también, la fuerza del amor, la motivación que nos da el sentirnos queridos y acompañados en la vida. El amor es una de las grandes fuerzas motivacionales que existen.
Nos habla de la paciencia. De darnos tiempo a nosotros mismos para que el dolor disminuya. El tiempo es muy necesario para que se acepte lo que ha pasado, el dolor que eso nos provoca, y podamos enfrentarnos al problema, o bien, aprender a vivir con las nuevas circunstancias que nos sobrevienen. Y cuando haya pasado ese tiempo, estaremos listos para entregarnos de nuevo a la vida, para experimentarla, para avanzar, para conocer, para disfrutar, para intentar...

Para cualquier cambio que nos lleve a avanzar, es necesario estar motivados. Si nos falta la motivación, podemos buscarla.

miércoles, 3 de mayo de 2017

NADIE ES PERFECTO... PERO YO QUIERO SERLO


La autoestima podría definirse como la valoración que hacemos de nuestra persona, de nuestras habilidades, de nuestras capacidades. Como es una percepción, nunca es real. Es decir, es una interpretación que nosotros hacemos, por ejemplo, sobre cómo de buenos somos cocinando. Una persona puede pensar que se le da bien cocinar porque no se le quema la comida, o la hace en su punto de sal. Otra, en cambio, puede cocinar bien pero pensar que no es buena cocinera porque hace platos poco elaborados. Y otro, puede pensar que es un cocinero mediocre porque no inventa nuevas recetas, como los cocineros famosos.

Sin embargo, aunque las percepciones que tengamos de nosotros mismos nunca son reales, nos las creemos a pies juntillas. Y al tratarse de algo tan íntimo como nuestro propio valor, es algo muy importante para nosotros. Por eso, queremos ser los mejores, queremos ser valiosos y apreciados por los demás. De hecho, nos puede provocar mucho sufrimiento que una persona nos diga algo negativo de nosotros mismos, porque nos hace sentir que no somos tan buenos.

¿Qué podemos hacer cuando nos sintamos mal por algo que nos a dicho alguien o que nosotros mismos pensamos? 

1ª Darnos cuenta de que eso que nos han dicho, o que pensamos, tan sólo es un juicio, una opinión, un pensamiento. Es una percepción. Si pensamos que somos los peores, tontos, feos, sosos; que nunca podremos mejorar, que no somos capaces de hacer algo... NO ES LA REALIDAD. 

2ª Darnos cuenta de que nadie puede ser perfecto. Todos tenemos habilidades, más o menos desarrolladas. No existe ninguna persona que sea experto en todo. Así que no tendría sentido querernos menos por no saber hacerlo todo, o hacer algo mal. ACEPTÉMONOS TAL COMO SOMOS.

3ª Darnos cuenta de que nuestras capacidades dependen en gran modo de la práctica. Es decir, podemos mejorar. Sólo nos hace falta motivación y ponernos en marcha. ABANDONEMOS LA RESIGNACIÓN.

4ª Si alguien nos dice algo de nosotros que hiere nuestra autoestima...
    a) ¿Nos lo dice sólo por criticar? Entonces, no le demos mayor importancia a esa persona ni a sus comentarios. Alguien que sólo nos aporta cosas negativas no es buena para nosotros.
    b) ¿Puede que le haya molestado algo que hemos dicho o hecho? ¿Cree que podríamos mejorar algo para nuestro propio beneficio? En este caso, nos puede ser productivo escuchar su opinión y reflexionar sobre ello. Aceptar las críticas de los demás nos puede servir para darnos cuenta de aspectos mejorables de nuestro comportamiento. Y esto, nos permite poder cambiarlo.

Y aquí os dejo unos ejemplos de cosas que todos podemos hacer para ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos:
  1. Meditar o practicar la atención plena (os dejo un enlace de una entrada antigua que os puede ayudar a conocer en qué consiste http://compartirpsicologia.blogspot.com.es/2016/09/mindfulness-atencion-plena-para-novatos.html )
  2. Hacer actividades que nos hacen sentir bien: escuchar música, bailar, cantar, salir, un baño caliente, cocinar, hacer ejercicio, hablar, hacer manualidades... Esto nos ayuda a desconectar y a darnos cuenta de las cosas positivas que tenemos en nuestra vida.
  3. Podemos hacer una lista que nos ayude a recordar todas esas cosas que hemos logrado a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo, logros académicos, competiciones, cosas que hemos aprendido o en las que hemos mejorado. O cosas positivas que nos han dicho los demás de nosotros. Podemos, incluso, hacer un álbum, un cuaderno, o una caja, donde vayamos guardando cosas que nos recuerden lo valiosos que somos. Por ejemplo, fotos de nuestra graduación, vídeos de cuando aprendimos a nadar o a montar en bici, trabajos o exámenes, la partitura de la primera canción que aprendimos a tocar, una foto de los primeros macarrones que hicimos solos... También podemos guardar fotos de las personas que nos hacen sentir bien, y apuntar, por detrás, momentos que hemos pasado con ellos o cosas buenas que nos han dicho de nosotros mismos.
  4. Abrazarnos: sentirnos queridos, nos hace sentirnos valiosos. Y, además, si el abrazo nos lo damos nosotros mismos, nos puede ayudar a conectar con nuestros sentimientos, a perdonarnos por nuestros errores y a aceptarnos tal como somos.
  5. Ten en cuenta que el esfuerzo, la tenacidad, es algo muy valioso en una persona, pero no se le suele dar la importancia que realmente tiene. Apunta en un cuaderno, todos los días, una cosa en la que te hayas esforzado, aunque haya sido ir a trabajar, hacer la compra, tareas en casa... No importa la actividad, lo que importa es tu esfuerzo. Siéntete orgulloso de haberlo hecho a pesar del cansancio o de la falta de ganas, y date cuenta de las pequeñas cosas que consigues todos los días, gracias a ello, a tu tenacidad... gracias a tí.