La autoestima podría definirse como la valoración que hacemos de nuestra persona, de nuestras habilidades, de nuestras capacidades. Como es una percepción, nunca es real. Es decir, es una interpretación que nosotros hacemos, por ejemplo, sobre cómo de buenos somos cocinando. Una persona puede pensar que se le da bien cocinar porque no se le quema la comida, o la hace en su punto de sal. Otra, en cambio, puede cocinar bien pero pensar que no es buena cocinera porque hace platos poco elaborados. Y otro, puede pensar que es un cocinero mediocre porque no inventa nuevas recetas, como los cocineros famosos.
Sin embargo, aunque las percepciones que tengamos de nosotros mismos nunca son reales, nos las creemos a pies juntillas. Y al tratarse de algo tan íntimo como nuestro propio valor, es algo muy importante para nosotros. Por eso, queremos ser los mejores, queremos ser valiosos y apreciados por los demás. De hecho, nos puede provocar mucho sufrimiento que una persona nos diga algo negativo de nosotros mismos, porque nos hace sentir que no somos tan buenos.
¿Qué podemos hacer cuando nos sintamos mal por algo que nos a dicho alguien o que nosotros mismos pensamos?
1ª Darnos cuenta de que eso que nos han dicho, o que pensamos, tan sólo es un juicio, una opinión, un pensamiento. Es una percepción. Si pensamos que somos los peores, tontos, feos, sosos; que nunca podremos mejorar, que no somos capaces de hacer algo... NO ES LA REALIDAD.
2ª Darnos cuenta de que nadie puede ser perfecto. Todos tenemos habilidades, más o menos desarrolladas. No existe ninguna persona que sea experto en todo. Así que no tendría sentido querernos menos por no saber hacerlo todo, o hacer algo mal. ACEPTÉMONOS TAL COMO SOMOS.
3ª Darnos cuenta de que nuestras capacidades dependen en gran modo de la práctica. Es decir, podemos mejorar. Sólo nos hace falta motivación y ponernos en marcha. ABANDONEMOS LA RESIGNACIÓN.
4ª Si alguien nos dice algo de nosotros que hiere nuestra autoestima...
a) ¿Nos lo dice sólo por criticar? Entonces, no le demos mayor importancia a esa persona ni a sus comentarios. Alguien que sólo nos aporta cosas negativas no es buena para nosotros.
b) ¿Puede que le haya molestado algo que hemos dicho o hecho? ¿Cree que podríamos mejorar algo para nuestro propio beneficio? En este caso, nos puede ser productivo escuchar su opinión y reflexionar sobre ello. Aceptar las críticas de los demás nos puede servir para darnos cuenta de aspectos mejorables de nuestro comportamiento. Y esto, nos permite poder cambiarlo.
Y aquí os dejo unos ejemplos de cosas que todos podemos hacer para ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos:
- Meditar o practicar la atención plena (os dejo un enlace de una entrada antigua que os puede ayudar a conocer en qué consiste http://compartirpsicologia.blogspot.com.es/2016/09/mindfulness-atencion-plena-para-novatos.html )
- Hacer actividades que nos hacen sentir bien: escuchar música, bailar, cantar, salir, un baño caliente, cocinar, hacer ejercicio, hablar, hacer manualidades... Esto nos ayuda a desconectar y a darnos cuenta de las cosas positivas que tenemos en nuestra vida.
- Podemos hacer una lista que nos ayude a recordar todas esas cosas que hemos logrado a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo, logros académicos, competiciones, cosas que hemos aprendido o en las que hemos mejorado. O cosas positivas que nos han dicho los demás de nosotros. Podemos, incluso, hacer un álbum, un cuaderno, o una caja, donde vayamos guardando cosas que nos recuerden lo valiosos que somos. Por ejemplo, fotos de nuestra graduación, vídeos de cuando aprendimos a nadar o a montar en bici, trabajos o exámenes, la partitura de la primera canción que aprendimos a tocar, una foto de los primeros macarrones que hicimos solos... También podemos guardar fotos de las personas que nos hacen sentir bien, y apuntar, por detrás, momentos que hemos pasado con ellos o cosas buenas que nos han dicho de nosotros mismos.
- Abrazarnos: sentirnos queridos, nos hace sentirnos valiosos. Y, además, si el abrazo nos lo damos nosotros mismos, nos puede ayudar a conectar con nuestros sentimientos, a perdonarnos por nuestros errores y a aceptarnos tal como somos.
- Ten en cuenta que el esfuerzo, la tenacidad, es algo muy valioso en una persona, pero no se le suele dar la importancia que realmente tiene. Apunta en un cuaderno, todos los días, una cosa en la que te hayas esforzado, aunque haya sido ir a trabajar, hacer la compra, tareas en casa... No importa la actividad, lo que importa es tu esfuerzo. Siéntete orgulloso de haberlo hecho a pesar del cansancio o de la falta de ganas, y date cuenta de las pequeñas cosas que consigues todos los días, gracias a ello, a tu tenacidad... gracias a tí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario