jueves, 15 de diciembre de 2016

LA MÚSICA ENSEÑA, PERO NOSOTROS TAMBIÉN

Hace poco, me enteré de que hay una nueva canción de moda. No voy a decir ni el artista ni el título, para evitar hacer cualquier tipo de publicidad. El caso es que decidí leer la letra de la canción, y me sorprendió los mensajes que aparecen. Habla de "estar enamorado", cuando en realidad, la letra va de sexo. Si se lee con atención, es fácil darse cuenta de ello. El problema, es que hay mucha gente que no lo hace, sobre todo, en la adolescencia.

En esta etapa de la vida, juegan un papel muy importante las hormonas, y lo que se desea es adaptarse, ser aceptado. ¿Qué hay más importante para un adolescente que sus amigos? Por ellos, por ir a moda, por hacer lo que "mola" (o como se diga ahora), se pueden llegar a hacer muchas tonterías. Por ejemplo, fumar, emborracharse, llevar ropa minúscula por ir sexy (aunque haga 3 grados en la calle), o tener relaciones sexuales sin protección.

Puede parecer una tontería cantar una simple canción que ahora está de moda y en tres meses no se escuchará por la radio, pero en el fondo, no lo es. La música es cultura, y la cultura refleja las ideas de la sociedad. Si en una canción se habla de relaciones sexuales esporádicas, si se habla de sexo confundiéndolo con estar enamorado... Lo que se está haciendo, es normalizarlo, hacer que la sociedad lo considere normal. Y puede serlo. Es decir, no tiene porqué ser malo el mantener relaciones sexuales fuera de una relación simplemente por placer, pero no es lo mismo que lo hagan personas adultas que adolescentes, que todavía están creciendo. Y ahí es donde está el problema: los adolescentes quieren crecer, parecer adultos, quieren dejar de ser niños, y para ello, imitan a los adultos: fuman, beben, y tienen relaciones sexuales.

Todavía existe cierta presión entre los adolescentes en cuanto al sexo. Chicas que acceden a tener relaciones, aunque no estén seguras, porque creen que sus amigas lo han hecho, o porque el chico que les gusta quiere hacerlo.

Si fomentamos la idea de la mujer como objeto sexual (por ejemplo, en una canción), valorándola sólo porque es atractiva o cómo se comporta durante el sexo, estaremos dando ideas sobre cómo pensar y actuar a los adolescentes: los chicos entenderán que pueden usarlas "y ya está"; y las chicas, que tienen que acceder a mantener relaciones sexuales para ser aceptadas, por ellos y por ellas.

¿Qué podemos hacer? Educar. No tolerar el machismo. Fomentar la igualdad. Educar en el respeto, en la reflexión. Enseñarles a pensar en ellas, a que no deben hacer nada por los otros (porque eso genera problemas), si no buscar su bienestar, hacer lo que ellas necesiten. Educar para valorar a las personas por cómo se comportan con nosotros. Que sepan decir "no" llegado el momento, y que tengan la suficiente confianza en sí mismos para decirlo. Cuando alguien está sano, tiene confianza y seguridad, tiene habilidades para enfrentarse a los problemas, es resolutivo... está más protegido ante los demás, porque sabrá responder ante ellos y sus conductas.

Educar es proteger y criar niños sanos en todos los aspectos.

¿Cómo hacerlo? Ahí van unos pequeños consejos:

1. Educar en igualdad: respetando las ideas/gustos de niños y niñas, sin encasillarlos por cuestión de sexo. Por ejemplo: respetando si un niño quiere jugar con muñecas; haciendo que los dos se encarguen de tareas en el hogar; teniendo las mismas normas para ambos; no despreciando las opiniones o conductas de mujeres (por ejemplo, decir: "las mujeres no saben de política"... "las mujeres no conducen bien"... "¡mujer tenía que ser!"... "mírala, va provocando con esa falda"... "no debería ir sola por la calle a estas horas"...). Todos estos comentarios parecen livianos, sin importancia, pero van calando en la mente de los niños, y crecen con la idea de que la mujer no tiene los mismos derechos que el hombre, que es peor, débil... Y eso ayuda a que se utilice a las mujeres y se abuse de ellas de muchas formas.

2. Enseñarles que cuando algo nos hace sentir mal, no es buena idea: las emociones son adaptativas, nos han servido, a lo largo de toda la historia, para sobrevivir. La ansiedad, el miedo, la tristeza, nos avisan de que hay algo en nuestra vida que no va bien, que hay un problema, y que hay que buscarle solución. Por eso, hay que saber escuchar lo que nos están diciendo nuestras emociones, para poder afrontar mejor las dificultades que surjan en nuestra vida. Si sentimos ansiedad o miedo, estamos frente a un problema, por lo que hay que analizarlo para buscar la mejor respuesta... Si sentimos tristeza, hemos perdido algo que teníamos o que esperábamos tener, y es bueno buscar el consuelo y la ayuda de las personas que nos quieren. Por eso, es importante que los adolescentes sepan escuchar sus emociones: sabrán qué les ocurre y podrán enfrentarse mejor a ello.

3. Educar en el respeto: se trata de no despreciar las opiniones o las acciones de los demás. Si los niños ven que, aunque se tengan opiniones distintas, ninguno desprecia al otro, sabrá que las dos opiniones, y las dos personas, son igual de valiosas. Eso no implica sólo el que el niño aprenda a no minusvalorar a los demás, si no a no minusvalorarse a sí mismo. Si yo considero que todos merecemos el mismo respeto, respetaré a los demás, y me respetaré a mí mismo. De esta forma, fomentamos que se quiera, se valore, y se cuide. Y que aprenda a distinguir cuándo, lo que nos dice alguien que hagamos, nos puede beneficiar o perjudicar. Sabrá decir "no". Aprenderá a no permitir que los demás le valoren negativamente, le utilicen, o le desprecien.

Así, podremos hacer que las nuevas generaciones sean más fuertes, y no se dejen influenciar, a la primera de cambio, por las modas, la publicidad, o cualquier persona.

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